Local elegante, especializado en pizzas, pero con un punto distinto.
RICO Rinconete y Cortadillo se encuentra ubicado en el corazón de Triana (Sevilla), en la Calle San Jacinto nº 35. Se trata de un local bastante amplio, con una terraza pequeña, pero que por dentro está cuidado al detalle. Tiene una decoración que mezcla lo rústico e industrial, con madera y vigas de acero, junto con lo tropical, debido sobre todo a las plantas.
Se trata de un establecimiento regentado por dos grupos de restauración importantes en la capital hispalense. Por un lado se trata del grupo ‘La Vida en Tapas (Sidonia, Típico, Dúo Tapas, El Sardinero, La Terraza…) con los hermanos Víctor y Juan Fortuna al frente, y por el otro están Sergio Ardana y Javier González que dirigen también La Baronesa o Rambután. RICO no es la primera vez que ambos grupos trabajan juntos, puesto que antes tenían abierto Típico y Bravo.
Entremos en materia. Como siempre desde la pandemia, es recomendable reservar, esto se puede hacer tanto por la web como por teléfono, aunque tienen listas de espera para quien no lo haga. El servicio es bastante atento y agradable. Nosotros, en nuestra línea, nos dejamos aconsejar. Además la comida la sirven bastante rápido.
Referente a la comida, las pizzas, como hemos mencionado anteriormente, son su plato estrella. Con una masa artesana y esponjosa, actualmente son siete las que tienen en carta. Probamos la «Prociuto Efungi», con base de tomate, mozzarella, jamón york braseado y champi portobello (aunque le quitamos los champiñones).
Además de pizzas hay woks, pescados, carnes y entrantes. La mayoría se divide entre tapas y ración, aunque hay que decir que las tapas son de un tamaño más que considerable. El apartado de los vinos (para copas) también es amplio, sin necesidad de tener que pedir la botella. Eso sí, fuimos a pedir un par de cosas que no tenían porque aún no les había llegado todo el género, ya que acaban de abrir como aquel que dice.
En cuanto al precio, lo cierto es que no es nada caro. Por ubicación, atención y calidad de la comida, se maneja en una escala de precios más que razonables, e incluso alguno de sus platos son baratos.
En definitiva, se trata de una alternativa (otra más) en el barrio de Triana. Un sitio diferente y a precios económicos que tener en cuenta.
Paladar Caballa 