Uno de los templos de la cocina española con dos estrellas Michelin en su haber.
Partiendo de la base de que todo lo que publicamos en nuestra web es altamente recomendable, así lo creemos nosotros, lo que viene a continuación es del más alto nivel. Se trata de una de las experiencias gastronómicas más espectaculares que hemos podido degustar, la cual probamos en 2021, el «Menú Cochino» de Toño Pérez.

Lo primero que hay que destacar es el lugar. En pleno casco histórico de Cáceres capital encontramos Atrio, que es hotel y restaurante. El restaurante está en parte baja, un lugar restaurado por los arquitectos Mansilla y Tuñón, merecedor del premio FAD de arquitectura en 2011. En el podemos encontrar obras de arte de Candida Höfer, Baselitz o Tàpies y piezas de diseño escandinavo del siglo XX. Aunque para nosotros la obra de arte que más nos gustó fue efímera y nos la pusieron sobre la mesa.
Nos encontramos un sitio acogedor nada más cruzar la puerta, donde el trato que recibe el comensal es otra de las señas de identidad del establecimiento. El personal es sumamente atento, haciéndote sentir muy cómodo, desde el personal de sala hasta el sumiller, quien te explica detenidamente cada uno de los vinos a probar durante el maridaje. También destaca la atención de los dueños del local, el chef Toño Pérez y José Polo, quienes charlan con los clientes, mesa por mesa, de una manera muy cercana, haciendo sentir al comensal como en casa.
Entramos ya en materia. El menú consta de más de 20 platos, la gran mayoría para comerlos en pocos bocados. Ni mucho menos puedes pensar que vas a quedarte con hambre, al contrario, debes ir con el estomago vacío porque si no es probable que te cueste llegar al final. Como su propio nombre indica, el cerdo es el protagonista del menú, aunque en Atrio nada es lo que parece.


Nos encontramos aromas y sabores extremeños en una versión muy sofisticada y moderna, pero todo contado de una forma sencilla. Claro está que esto tiene un precio y, salvo quienes tengan una cartera muy pudiente, no es un lugar al que poder ir todas las semanas. Hablamos de 425€ para dos personas sin bebida, 495€ si se elige la opción de las bebidas incluidas, lo cual recomendamos, ya que el maridaje está igual de espectacular que la comida.








Se trata de una experiencia gastronómica que va más allá de lo gastronómico. Desde que entras por la puerta comienzas a ser cautivado por el servicio de mesa, la atención e incluso por la vajilla y la cristalería. Todo está medido, calculado y relacionado en sí, teniendo como momento culmen la comida, lo que es un placer para el gusto y el olfato. Una experiencia que merece mucho la pena.