Estamos ante uno de los mejores locales de restauración de Jerez, un restaurante clásico pero con toques modernos y sobre todo muy cuidado.
El restaurante fue inaugurado por los hermanos Carrasco Rodríguez en el año 2009, siendo el chef Juan Manuel Carrasco. En enero de 2013 se trasladaron a un local de 350 metros cuadrados, mucho más amplio que el de sus inicios. El restaurante está alejado del centro de la ciudad, pero su visita sin duda merece la pena. El establecimiento consta de una terraza acristalada, una zona de barra y el comedor, todo muy cuidado y acogedor.
La especialidad del restaurante son las carnes de vacuno con cortes de retinto de la provincia gaditana, ternera gallega o vaca vieja y preparadas a la brasa. Pero su oferta gastronómica va mucho más allá, con una gran variedad de entrantes entre los que destacan sus patés, croquetas o un jamón de la más alta calidad y una presentación espectacular. Tampoco se queda atrás la carta de pescados y mariscos, así como su bodega.







En nuestra experiencia el servicio fue muy bueno, llegando el camarero a recomendarnos platos así como frenarnos a la hora de pedir porque consideraba que era demasiado, algo que se agradece. Los precios no desentonan con respecto a la calidad del producto. Es un lugar para darse un homenaje o celebrar algo, por 50 o 60 euros por personas comes mucho y muy bien. Sin duda un lugar a tener en cuenta siempre que se visite la ciudad.