Bocadillo hecho en un mollete de pan de forma circular y cuya autoría se divide entre Málaga y Ceuta.
El campero se popularizó en la década de los 80, hasta ahí todo el mundo está de acuerdo, pero a la hora de decidir el lugar es donde comienzan los problemas. Dos ciudades que tienen mucho en común como Málaga y Ceuta se disputan la creación de este fantástico bocadillo.
El campero no tiene la fama nacional que ostentan los espetos o el ‘gazpachuelo’, pero son una de las grandes señas de identidad gastronómica de Málaga. En la Ciudad Autónoma de Ceuta sí que están reconocidos por y para los turistas como uno de los platos típicos locales, siendo la receta, sobre todo el contenido, distinto para malagueños y ceutíes.
Pese a que el contenido del campero puede variar de una ciudad a otra, la receta es prácticamente la misma. La base principal es un pan redondo que se prensa en una sandwichera o grill y se sirve cortado a la mitad. El contenido tradicional malagueño consiste en filetes de pollo a la plancha, jamón york, queso, lechuga, tomate y mayonesa. En Ceuta llega lo más sorprende, además de filetes de pollo el campero ceutí se rellena con pinchitos morunos o con corazones de pollo, la seña de identidad gastronómica de la ciudad. Además se le puede añadir huevo a la plancha, cebolla, o cambiar el pollo por una hamburguesa de ternera. Un producto que, aunque se puede consumir en los distintos locales que lo trabajan, se suele tomar más en casa gracias a los repartos a domicilio.



Entendemos que es necesario detenerse en explicar el consumo de los corazones de pollo en Ceuta. La receta es sencilla y cada cocinero tiene su estilo, pero, una vez abiertos por la mitad, los corazones son aliñadas con una mezcla de especies, sobre todo árabes, para luego ser cocinados a la plancha. La casquería volátil también se come en tapas o en montaditos en todos los bares de la ciudad, una víscera que no se consume en otro lugar de España y que sin embargo es muy común en Brasil. Un campero de corazones en Ceuta viene a ser como el bocadillo de calamares en Madrid.
El campero es un bocado tan popular en Málaga que el reputado chef Dani García, con varias estrellas Michelín, hizo sus versiones gourmet del Campero para sus restaurantes. El dueño de «los Paninis», en calle Victoria (Málaga), se autoproclama inventor del más popular bocadillo malagueño, pero como su origen es confuso lo único que nos queda es recomendar, ya sea en Málaga o Ceuta, que disfruten de este espectacular manjar al alcance de todos, ya que su precio, en ambas ciudades, es muy accesible.