Receta muy fácil pero que necesita su tiempo.
Lo primero es comprar un costillar de calidad, en nuestro caso de la Carnicería de Tomás, en Ceuta. Luego, en crudo, salpimentar y bañar con una salsa de miel y mostaza, envolverlo en papel de aluminio y meterlo en el horno, ya precalentado, durante 2 horas y media a 140 grados.
Después se saca del papel, se baña en salsa otra vez y vuelta al horno, a 195 grados, durante 15 minutos. Así nos quedará tan jugoso que se despegará por completo del hueso.

Para la salsa solo hay que mezclar en un bol la miel y la mostaza, para luego añadir un poco de aceite de oliva y tomillo fresco.
Como decíamos, una receta sencilla y con poco esfuerzo que lo único que necesita es tiempo y dejar al horno trabajar.